LAOS – Cero muertes por Covid-19, pero gran impacto negativo en la economía y el turismo
En el pequeño y aislado Laos, un país con siete millones de habitantes en el corazón del norte del sudeste asiático y con un gobierno de tipo socialista, con un solo partido en el poder, los números de coronavirus son tan bajos como para despertar asombro: el 27 de mayo, los casos positivos en Covid-19 eran solo 19 con cero muertes. Mientras tanto, dos de los cinco pacientes con Covid-19 del hospital de Mittaphab en Vientiane han resultado negativos y, si son negativos por segunda vez, podrán regresar a casa.
Esta «primacía» de Laos, compartida en Asia solo con Timor Oriental, Turkmenistán, Camboya y Vietnam, se ha verificado sorprendentemente a pesar de la proximidad geográfica con China y el enorme ir y venir de trabajadores chino en Laos: miles de trabajadores chinos están ocupados construyendo tren de alta velocidad que une el sur de la República Popular con Singapur. El viaje, que lleva días hoy, se podrá completar en unas pocas horas dentro de unos años.
Aunque Laos reaccionó de manera rápida y efectiva aislando el virus antes de que pudiera afectar el frágil sistema nacional sanitario, sus efectos se hacen sentir en el campo socioeconómico: de acuerdo con el informe semestral del Banco Mundial, de hecho, se espera que el crecimiento durante el 2020 disminuirá al menos entre un 1% o 1.8% en el peor de los casos, y la pandemia aumentará el déficit fiscal, con un aumento de la deuda.
Todo esto también tendrá consecuencias en el mercado laboral y en la pobreza dada la fuerte caída en el sector turístico que representa el 11% del empleo total y el 22% en las zonas urbanas.
Laos ha logrado una serie de ambiciosos objetivos de desarrollo gracias al plan de reforma de liberalización del mercado (el «Chintanakhan Mai») introducido en 1986. Los niveles de pobreza se han reducido a la mitad del 46.0% en 1993 al 23.3% en el 2013 y el crecimiento del PIB de media ha sido del 7.8% durante la última década, con mejoras marcadas en la educación y la salud.
En 2018, los resultados de este crecimiento, impulsados principalmente por los recursos naturales, los sectores de energía y el turismo, permitieron a Laos pasar de ser un país de bajo redito a país de medio a bajo redito. En 2024, la nación podrá ser eliminada formalmente de la lista de países «menos desarrollados». Sin embargo, sigue siendo un país con profundas dificultades en áreas geográficas aisladas y en zonas que aún se encuentran bajo el flagelo de la pobreza, el desempleo y la exclusión social.
(MG-PA) (Agencia Fides 28/5/2020)