Hna. Monica Binda

Pensar en la palabra amor en este año 2020, marcado fuertemente por la pandemia del coronavirus, es hacer memoria de la audacia y del coraje de Santa Juana Antida en los momentos de mayor dificultad, en los momentos de cruz, en los momentos de abandono en la confianza y Omnipotencia de Dios.
“En ti solo, mi Dios y mi Señor he puesto toda mi confianza y mi total esperanza,
quien espera en ti no queda confundido” (SJATh. Oración de 1821 CD pág. 347)
Y esta es, la experiencia de amor, de entrega, de servicio y de misión que estamos viviendo como Amigos-Familia de SJATh, como Comunidades educativas y las Hermanas de la Caridad, en América Latina, cada uno desde la vocación y misión que el buen Dios nos ha regalado.
Servir a los pobres es una fuerte experiencia de Dios, siendo fieles al descubrir en la persona de los pobres el rostro de Jesús, fiel a nuestro carisma que nos va identificando siempre más en las búsquedas y en las decisiones concretas para ser respuesta creativa y eficaz en este mundo que hoy nos ha puesto a todos en la misma barca como Papa Francisco nos ha compartido en la Bendición Urbis et Orbis del 27 de marzo.
La invitación a vivir la cuarentena nos ha despertado en la cotidianidad llevándonos a replantearnos nuestro ser Iglesia al servicio de los pobres, y este despertar no solo ha sido a nivel de servicios sino también a nivel espiritual.
Ha sido muy fuerte vivir las experiencia del Triduo Pascual desde las reflexión de la Palabra de Dios iluminada con la palabras de Juana Antida que nos ha ido narrando en sus escritos su experiencia pascual, por medio de diversas celebraciones que hemos preparado y compartido con los referentes de los Amigos-Familias de SJATh y ellos a sus respectivos grupos por medio de las redes sociales, puntualmente por WhatsApp, se han ido construyendo un enlace de encuentros, compartiendo experiencias, altares, inquietudes, esperanzas, temores, cuyo resultado ha sido experimentar la presencia del Cristo resucitado, que se concretizó en diversas actividades y servicios.
…. La cotidianidad de la pandemia nos ha puesto y nos sigue poniendo en movimiento a través del amor, una característica en la vida de Juana Antida que ha comunicado a sus primeras hijas y hoy a nosotras, a los laicos Amigos y comunidades educativas que son testimonio concreto de esta experiencia de servicio y misión, de ir caminado juntos anunciando el Evangelio a los más débiles y empobrecidos, según el carisma y la espiritualidad de Santa Juana Antida Thouret.