MUNDO – «Estamos en el apartheid de las vacunas»
El Foro Económico Mundial de Davos arranca hoy hasta el próximo viernes, por segundo año consecutivo en modalidad virtual a causa de Covid-19. Los actos serán inaugurados por el Presidente de China, Xi Jinping, y el fundador y presidente ejecutivo del Foro, Klaus Schwab, por videoconferencia. De fondo, el informe de la ONG Oxfam sobre la desigualdad: 163 millones de nuevos pobres debido a la desigualdad exacerbada por la pandemia.
Aumento de la desigualdad
Es el virus de la desigualdad, no sólo la pandemia, lo que devasta tantas vidas. Cada minuto 15 personas en el mundo pierden la vida por falta de acceso a la sanidad, por los impactos de la crisis climática, por el hambre y por la violencia de género. La Covid-19 ha agudizado la desigualdad, favoreciendo a los que ya pertenecen al 1% más rico de la población del planeta. Oxfam denuncia lo que está ocurriendo dos años después de la aparición del nuevo coronavirus, señalando que las personas que pagan el precio más alto son siempre las más frágiles desde el punto de vista social y económico.
Vacunas para unos pocos
Un ejemplo flagrante -se lee en el informe «La pandemia de la desigualdad», publicado con motivo de la inauguración del Foro Económico Mundial de Davos- es el actual contexto pandémico, con unas pocas y poderosas multinacionales capaces de monopolizar la producción de vacunas y tratamientos que salvan vidas, lo que determina lo que se define como un apartheid de las vacunas, con consecuencias fatales para los que no se vacunan, pero también para los que se vacunan, debido al mayor riesgo de nuevas variantes que pueden hacer ineficaces las vacunas existentes. Según Oxfam, es el propio sistema democrático el que está siendo socavado, permitiendo que la gente se quede sola ante una batalla global.
Cada vez más pobres
El resultado de estas disparidades lo certifican las cifras presentadas por Oxfam. De hecho, la pandemia ha provocado un fuerte aumento de la pobreza en todo el mundo. Ahora se estima que hay 163 millones más de personas que viven con menos de 5,50 dólares al día que en 2019. Sin embargo, la organización internacional señala que, aunque la mayoría de las personas experimentaron un descenso en sus niveles de ingresos en 2020, el escenario parece haber cambiado en 2021. Comparando las diferentes trayectorias de recuperación económica entre países, el Banco Mundial prevé que los ingresos del 20% más rico de la población mundial aumentarán, recuperando casi la mitad de lo que perdieron en 2020, mientras que los de los menos pudientes perderán un 5% más en comparación con el primer año de la pandemia. Con este escenario, los niveles de pobreza no volverán a ser los de la década pasada ni siquiera en 2030.
Posibles respuestas
En los dos primeros años de la pandemia, los diez hombres más ricos del mundo duplicaron con creces sus activos, pasando de 700.000 millones de dólares a 1,5 billones, a un ritmo de 15.000 dólares por segundo, 1.300 millones de dólares al día. «No se trata de señalarles con el dedo, sino de poner de manifiesto que en los últimos dos años se ha creado riqueza en el mundo, pero en lugar de utilizarse para resolver los grandes problemas mundiales, ha acabado en manos de unos pocos». Así lo afirmó Elisa Bacciotti, directora del departamento de Campañas y Programas de Oxfam en Italia, en una entrevista con Radio Vaticano – Vatican News.
«Este es el efecto de un sistema económico mundial que funciona mal, que no ha cambiado ni siquiera ante un fenómeno destructivo y global como la pandemia», señala Bacciotti. «En este momento, menos del 1% de las vacunas producidas por las grandes empresas multinacionales han llegado a las personas que viven en países de bajos ingresos, y no es casualidad que la tasa de mortalidad en estos países sea el doble que en los más desarrollados». Pero, ¿cuáles son las posibles respuestas? «Davos se está convirtiendo en un evento cada vez más importante, que no termina en cinco días, sino que es un lugar de debate permanente. Creemos – explica – que es el lugar para hacer propuestas ambiciosas, y por eso esperamos que se tome la decisión de suspender las patentes de las vacunas Covid-19». «Otra esperanza – concluye- es que rediseñemos una arquitectura global para la tasación, tal y como debatimos en el último G20. Ideas que pueden convertirse en iniciativas globales, como ya ha ocurrido en el pasado, soluciones comunes que están dando sus primeros pasos y que ahora merecen una mayor ambición para salir de esta situación todos juntos».
Andrea De Angelis – Ciudad del Vaticano