«El Espíritu ha hablado, el Espíritu habla, el Espíritu hablará»: con el «saludo» de la Superiora General, hermana María Rosa, y la celebración de la Eucaristía, comenzó la segunda sesión del Mes del Carisma. Un total de 10 semanas, cinco en Sancey el año pasado, en contacto directo con nuestras fuentes.
Sabiendo que «volver a los orígenes», comenzó la Hna. Maria Rosa, «no es simplemente un paseo arqueológico por documentos o lugares históricos. Es ponerse fructíferamente en contacto, y en radical armonía y continuidad de espíritu, con la experiencia original de nuestra fundadora».
En el Mes participan hermanas de los diferentes contextos geográficos y culturales de la congregación. A su vez, están llamadas a ser «recursos» para las comunidades de sus territorios de origen.
Porque «el conocimiento y la formulación del propio carisma son tareas de cada instituto y sólo pueden realizarse con la colaboración de todos, como depositarios y portadores del carisma congregacional. Cada Hermana de la Caridad, hija de Santa Juana Antida, debe por tanto sentir su propia responsabilidad en este «carisma congregacional«, subrayó Hna. María Rosa. Por eso es necesario que todas las hermanas tengan acceso directo a las fuentes, para que puedan entrar en contacto inmediato con la fundadora, con sus escritos, con los orígenes del Instituto, para descubrir valores que aún no han sido suficientemente considerados o subrayados, o que incluso se han perdido. Y de las fuentes, sacar nuevas fuerzas para la vida y líneas originales para la misión».
La celebración eucarística en memoria litúrgica de la Beata Nemesia Valle fue presidida por el Padre Valerio, cm. Cada una de las participantes en el Mes, a través de un gesto simbólico, declaró su responsabilidad: «Cada una debe responder, debe dar cuenta de este don divino del pasado y que le ha sido confiado; debe dar cuenta de ello ante las que entrarán en la congregación después de ella y que tienen derecho a recibir de nuestras manos el carisma auténtico, posiblemente intacto; a su vez, las hermanas jóvenes tendrán la tarea de clarificar y desarrollar este carisma en situaciones que serán diferentes de las nuestras.