Para una mejor comprensión de la realidad social de Indonesia, retomamos aquí un artículo de la agencia Fides, de las Obras Misionales Pontificias, que presenta los pasos y los riesgos en la frágil democracia indonesia, mientras el país se encamina hacia el voto, junto con la contribución de ocho confesiones religiosas en esta delicada fase política y social, que han firmado y difundido un «Llamamiento por una Indonesia en paz», expresando su «profunda preocupación por las condiciones de la vida nacional» y por el futuro de la democracia indonesia.
La democracia de Indonesia, ahora en su quinta ronda de elecciones desde el colapso del régimen autoritario en 1998, se enfrenta a importantes retos antes de las elecciones presidenciales de febrero de 2024. Mientras se desarrolla la campaña oficial, surge la preocupación por la calidad de la vida política, con un aumento de las «dinastías» y signos de debilitamiento de las instituciones democráticas.
Aujourd’hui, alors que la campagne électorale a officiellement commencé, les observateurs expriment leurs inquiétudes quant à la qualité de la vie politique et à la croissance des «dynasties» qui polluent la voie et la croissance du système démocratique indonésien, avec l’affaiblissement de ses institutions de contrôle et d’une véritable justice sociale.
Entre las cuestiones críticas figura la candidatura de Prabowo Subianto, figura con un pasado político autoritario, que se presenta junto a Gibran Rakabuming Raka, hijo del actual presidente Joko Widodo. El Tribunal Constitucional ha concedido una excepción a la edad mínima de 40 años para los candidatos, lo que ha levantado la polémica sobre el favor político.
Otra cuestión importante es el control de las instituciones, como la Agencia para la Erradicación de la Corrupción (KPK), anteriormente independiente, que ahora es objeto de críticas por haberse convertido en un instrumento de consolidación de la coalición presidencial. Las acusaciones de corrupción también recaen sobre el presidente de la KPK, Firli Bahuri.
El segundo mandato de Widodo ha estado marcado por el uso de la coerción contra los opositores, incluidos los partidos islámicos y las formaciones liberales. El ejército se ha reactivado en varias esferas de la vida civil. No obstante, Widodo sigue gozando de un 75% de popularidad y parece que su influencia puede ser decisiva para llevar a la presidencia a Prabowo Subianto, un hombre con un pasado político profundamente autoritario.
En respuesta a estos acontecimientos, representantes de ocho confesiones religiosas, reunidos en el «Peaceful Indonesian Care Forum», en presencia del Arzobispo de Yakarta, Cardenal Ignatius Suharyo han firmado un llamamiento para mantener la unidad nacional y garantizar unas elecciones pacíficas y transparentes.
El llamamiento pide a los políticos que den prioridad a los intereses nacionales, confirmen su lealtad a la «Pancasila» – la ley de los cinco principios subyacentes al estado – y a la Constitución del 1945, para guiar todos los aspectos de la vida comunitaria, nacional y estatal.
Los líderes religiosos invitan a las instituciones a garantizar un proceso de votación seguro, pacífico, honesto y transparente. El cardenal Ignatius Suharyo ha sido el anfitrión de la reunión y ha subrayado la importancia de la moralidad en las instituciones democráticas para evitar la desintegración del país.
El documento hace hincapié en el deber de evitar las luchas internas, rechazar la difusión de noticias falsas y frenar los escenarios de conflicto social y político que puedan perjudicar al país. Los líderes religiosos piden que se tome conciencia de las posibles turbulencias políticas, abordando con prontitud las cuestiones de justicia, Estado de derecho y transparencia institucional. Insisten en la necesidad de luchar contra la corrupción, la connivencia y el nepotismo.
Además del compromiso ético, el llamamiento exhorta a todos los ciudadanos indonesios, independientemente de su tradición religiosa, a elevar plegarias y movilizar el poder espiritual para garantizar la seguridad de la nación. Seguidamente, se recuerda que este planteamiento no se refiere únicamente al periodo electoral, sino que impregna la vida ética y democrática de la nación.
El cardenal Ignatius Suharyo, anfitrión de la reunión en el centro pastoral de la archidiócesis de Yakarta, ha subrayado que los elementos clave de la civilización pública -el Estado, el mercado y los ciudadanos- deben actuar de acuerdo con los principios fundamentales de la moralidad. Advirtiendo del peligro de la corrupción en las instituciones democráticas del Estado, las empresas y las comunidades locales, ha afirmado que la confianza mutua basada en la moralidad y la ética es esencial para mantener una sociedad armoniosa y fraternal.
Los líderes religiosos esperan que el llamamiento en favor de una Indonesia pacífica sea escuchado por todas las partes, especialmente por los administradores del Estado. Aspiran a lograr una democracia sustantiva que refleje justicia, honestidad, apertura e igualdad, en el marco del valor fundamental de «unidad en la diversidad», lema nacional de Indonesia.
Mientras tanto, los candidatos que se presentan oficialmente a las elecciones presidenciales han comenzado su gira nacional, recorriendo el archipiélago para reunirse con los 204 millones de votantes. De ellos, el 52% tiene menos de 40 años, y casi una cuarta parte pertenece a la Generación Z, nacida a partir de finales de los noventa.
(PA) (Agencia Fides 12/12/2023)