«… “Hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, que es Cristo el Señor.

Esta es la señal para vosotros: encontraréis un niño envuelto en pañales,

acostado en un pesebre”. Y al instante apareció con el ángel

una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios y decía:

“Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los hombres que ama”». (Lc 2,10-14)