Desde Alepo, las monjas carmelitas nos llaman a la oración y a la cercanía de los corazones hacia la «gente sencilla y muy pobre del pueblo alauita», víctimas inocentes de las venganzas de los milicianos que permanecieron fieles al depuesto presidente Bashar al-Assad. El fallido intento de derrocar el régimen actual ha provocado una represión muy dura por parte de las fuerzas progubernamentales, que ha causado más de 1000 víctimas civiles, el desplazamiento de miles de familias y daños en infraestructuras fundamentales.

Monjas carmelitas de Alepo
La hermana Mary, superiora provincial SdC de Oriente, está en contacto permanente con las monjas carmelitas de Alepo y ha querido compartir con nosotros su conmovedor testimonio:
«Lunes 10 de marzo de 2025, primera semana de Cuaresma.
Queridas Hermanas, nos ha conmocionado mucho saber que muchas de vosotras nos preguntáis por nosotras.
Las masacres que se han producido y que continúan en la costa noroeste de Siria, en la región alauita, lugar de origen de la familia del expresidente, no tienen nombre.
Es un crimen contra la humanidad, un verdadero genocidio. ¿En qué puede ser responsable el pueblo alauí, gente sencilla y muy pobre, de décadas de gobierno de la familia Assad? El asombro, la ira y el terror reinan en toda la región de Latakia y se multiplican en el país. ¿Hasta dónde llegaremos? Nadie defenderá a esta pobre gente que no tiene ni dinero, ni poder, ni siquiera la posibilidad de defenderse.
Les rogamos que recen y hagan todo lo que puedan para que cese esta masacre indigna de la humanidad. Esta mañana hemos hablado con la hermana Rima, superiora de las Carmelitas Apostólicas de San José, en Latakia. Lloraba por teléfono. Tienen un colegio mayor compuesto en su mayoría por estudiantes alauitas.
Las jóvenes están desesperadas por el dolor al enterarse de la masacre de SUS padres, hermanos y hermanas, amigos… Además, la ciudad de Latakia lleva cinco días sin agua ni electricidad. Aquí también se multiplican las privaciones. Esta tragedia ha provocado reacciones y manifestaciones en el propio país que están degenerando muy rápidamente, por desgracia, en violencia… y el gobierno no reacciona. ¿Cuál es su culpa en este drama?
En la Iglesia, patriarcas y obispos han reaccionado con firmeza, pidiendo al gobierno que detenga la masacre y actúe por el bien y la reconstrucción de todo el país.
Nuestro obispo latino, Mons. Jallouf, se ha mostrado especialmente disponible. Y las diferentes facciones del país (drusos, kurdos, chiíes, etc.) también se manifiestan, a menudo defendiendo a los alauitas…
Como ocurre en caso de catástrofe y revoluciones, el país es testigo de cosas hermosas y acciones heroicas. Como, por ejemplo, familias sunitas o chiítas que acogen y protegen a familias alauitas.

Foto de ISPI: Instituto de Estudios de Política Internacional.
Oremos, pues, para que cese la violencia y para que el gobierno asuma su responsabilidad de trabajar por la reconciliación, la paz y el bienestar del país. Y orad por los cristianos, muy preocupados, para que, confiados, no abandonen su país…
Gracias por vuestras oraciones y vuestro afecto… Feliz Cuaresma. Nuestro Salvador Jesucristo es y será siempre vencedor, por haber dado su muerte de amor en la Cruz.
Las Carmelitas de Alepo
Mensaje enviado por la hermana Mary S., Superiora Provincial SdC de Oriente

Monasterio de las Carmelitas
Fuente de la foto de portada: ISPI, Instituto de Estudios de Política Internacional.