Experiencia Comunitaria
Vivir un tiempo prolongado en una comunidad concreta al servicio de los pobres puede ser un “tiempo de gracia”, un tiempo de descubrimiento y familiarización. Tiempo para profundizar en la vida cristiana, escuchando la Palabra de Dios, a través de la oración personal y comunitaria. Es el momento de descubrir la vida comunitaria, con sus alegrías y limitaciones. Tiempo de conocer a los fundadores, Juana Antida y Vicente de Paúl y profundizar en la vocación personal.
Durante el año de experiencia, quizás continúes con tus actividades y tu trabajo, pero se te ofrecerán fuertes experiencias de vida espiritual, fraterna y de servicio.
Puedes cuestionarte y encontrar a alguien que te ayude a responder. Podrás hacer preguntas a las hermanas de la comunidad, en compañía de una hermana y del director espiritual, podrás releer tu experiencia y tus progresos.
Al final de uno o dos años, podrás decidir si esta experiencia te da ganas de continuar e ingresar en la congregación con un paso más exigente: la entrada en el noviciado.