Con alegría y gratitud, la familia carismática celebra el nacimiento al cielo de la Fundadora.
En Nápoles, Regina Coeli, donde Juana Antida dejó este mundo para entregarse definitivamente al amor del Padre, el 24 de agosto de 2024, al atardecer, se conmemorará solemnemente su muerte con una sugestiva celebración:
«Dejémoslo sólo en manos del Dios bueno y todopoderoso» – son sus palabras – «pongamos todas las cosas en sus manos divinas y nunca nos confundiremos. Sólo en ti, mi Señor y mi Dios, pongo toda mi confianza y esperanza para el tiempo y la eternidad».
Recogemos con gusto el compartir de la Madre María Rosa en su Circular nº 32: «Que nuestra vida de hoy esté habitada por convicciones fuertes, iniciativas audaces y una fe viva en la intervención misteriosa y real de Dios en nuestra historia personal y congregacional.
Mirando la vida de Santa Juana Antida, nos sentimos desafiadas a ser mujeres consagradas capaces de opciones evangélicas, capaces de transformar la oración en compromiso de servicio, para que el Reino sea anunciado a los pobres.
El gran reto para nosotros es, sin duda, nuestra capacidad de fundamentar nuestra vida, no en el hacer, sino en hacer verdaderos y significativos los valores del seguimiento de Cristo en la vivencia del carisma de la caridad«.