En un vídeo colorista y festivo, nuestras Hermanas de la Caridad de Vietnam transmiten el calor del Año Nuevo Lunar. Desde hace días, las familias vietnamitas acuden a los mercados para decorar sus casas y mesas, recibir a sus parientes y honrar dignamente a sus antepasados, porque el Tet, también conocido como Año Nuevo vietnamita, es la fiesta más grande e importante de la cultura vietnamita.
El Tet es representativo de la identidad cultural de Vietnam: permite a los vietnamitas mostrar su respeto y gratitud a sus antepasados visitando sus tumbas y quemando incienso, y empezar un nuevo año con familiares y seres queridos.
Para la Iglesia católica vietnamita, el primer día se dedica a rezar por la paz en el Año Nuevo, el segundo a rezar por los antepasados y el tercero a santificar el trabajo.
Nos unimos de todo corazón en oración, en un sentimiento de gratitud a nuestros antepasados, para dar la bienvenida a nuestras vidas a las Bendiciones de Dios del pueblo vietnamita y a nuestras Hermanas de esa tierra.
Cada año, millones de personas aprovechan la festividad del Año Nuevo vietnamita y se ponen en camino, cruzando Vietnam a lo largo y ancho, para llegar a sus lugares de origen y pasar tiempo con sus amigos y familiares. Los vietnamitas esperan este momento todo el año, para visitarse e intercambiar buenos deseos, junto con bolsas de dinero de la buena suerte para intercambiar bendiciones primaverales. Es una oportunidad para que hijos y nietos se reúnan con la familia y se reencuentren con sus parientes.
En vísperas del Año Nuevo Lunar, los vietnamitas decoran casas y calles con adornos de colores considerados de buena suerte: rojo y amarillo. Por eso, durante el Tet se ven por todas partes banderolas rojas con letras amarillas. Los hogares, así como las escuelas y oficinas, se adornan con flores: en el Norte, los vietnamitas decoran los espacios con flores de melocotón rosas, mientras que en el Sur prefieren el amarillo intenso de las flores de Mai.
El cálido ambiente de Tet es algo inolvidable.