Las religiosas cerca de quienes sufren
“En muchos países se han cerrado las iglesias y se han prohibido todas las formas de reunión social, depende de nosotras las religiosas – por carisma cercanas a los niños, las mujeres, los pobres, las partes más vulnerables de la población -, encontrar nuevas formas de hacernos aún más cercanas a todos ellos, ahora que estar cerca se ha vuelto muy complicado». Este es el sincero llamamiento que lanza la hermana Helen Bandiho, Secretaria General de ACWECA, el organismo regional que reúne a las mujeres consagradas de los estados de habla inglesa del África central y oriental (10 países en total: Eritrea, Etiopía, Kenia, Malawi, Sudán del Sur, Sudán, Tanzania, Uganda, Zambia y, como miembro asociado, Zimbabwe). A través de una carta, recibida en la Agencia Fides, la religiosa pide a las religiosas de África que recurran a sus carismas y reconsideren nuevas formas de permanecer cerca de los sectores más marginados de la sociedad ahora que el Covid-19 los ha dejado aún más expuestos.
“Las principales fuentes de educación – señala -, están actualmente cerradas y de alguna manera somos nosotras quienes debemos proporcionar información y conocimiento. Hay muchas personas que no han entendido completamente la magnitud del fenómeno o que no saben o no pueden defenderse, es importante llegar a ellas e informarles. La carta que escribí a finales de abril está destinada a ser un interrogante para todos los involucrados en el campo: ¿qué hacemos como religiosas para mostrar la cercanía de Dios a aquellos que han perdido la esperanza por todo lo que está sucediendo? ¿Cómo actuamos para aquellos que no pueden asistir a los servicios religiosos y necesitan mantenerse en contacto con la Palabra de Dios? Y, ¿qué estamos haciendo ya en nuestras congregaciones para que nuestros carismas sean actuales en medio de la pandemia? Creo que como mujeres religiosas podemos tener mucha influencia y es de gran ayuda estimular la reflexión de todas las órdenes. Yo he lanzado este llamamiento y ahora esperamos respuestas y sugerencias de nuestras hermanas de religión”.
La Hermana Bandiho, quien recientemente recibió el cargo de Secretaria General, ha querido entrar en contacto de inmediato con las congregaciones y pedirles que sean protagonistas de nuevas formas de acción: “Considero muy útil planificar y compartir nuevas formas de intervención que nos permitan estar cerca de los más pobres en esta nueva y dramática situación. En este momento vemos una nueva pobreza que se suma a la antigua, muchas personas luchan por comprender cómo comportarse para evitar el contagio o simplemente no les llega la información. Muchos otros han perdido el trabajo que ya era precario y, como resultado, son aún más fácilmente presas de explotadores sin escrúpulos y terminan aceptando cualquier tipo de empleo, incluso sin la más mínima seguridad. Como mujeres de la Iglesia, en pleno cumplimiento de las normas y prestando mucha atención a protegernos, debemos reinventar nuestro enfoque para estar cerca de estas nuevas necesidades» (LA) (Agencia Fides 12/5/2020)