En aquel momento, se estaban dando los primeros pasos, pero ya había tanto entusiasmo, tanta fraternidad, que nos sentíamos acompañadas a través de momentos de formación y de compartir el Carisma, hermanas y laicos juntos… como había surgido de las Actas del Capítulo General de 2005.
Era 2007, el año en que se celebró el primer Encuentro Internacional Amigos de Santa Juana Antida y Hermanas de la Caridad, en la Casa Generalicia de Roma, del 25 al 29 de agosto.
Un momento nuevo, hecho de encuentros, de testimonios, de escucha, de apertura, de confrontación. Donde elementos comunes e inesperados, que el carisma puede suscitar entre los Amigos laicos, se mezclan y se tiñen de nuevos colores.
Crucial en este contexto fue la presencia de Mons. Lucien Daloz, arzobispo de Besançon, de 1981 a 2003. Estuvo a nuestro lado con su presencia atenta y cariñosa. Siempre estaba dispuesto a recoger los brotes tiernos que podían dar nuevos frutos para la Iglesia en este tipo de encuentros.
Con su ayuda, pues, empezamos a esbozar la identidad del Amigo Laico, a partir de la pregunta «¿Qué es importante en mi vida de laico, como cristiano y como Amigo de Jeanne-Antide?».
De ahí surgió el Texto Fundacional, redactado en Roma en la Casa General de las Hermanas de la Caridad y fechado el 17 de febrero de 2008. Es fruto de la reflexión común de todos los grupos participantes en aquel primer Encuentro Internacional.
Daniela B., Nápoles
para el Grupo Promotor Internacional AJA
“Quiero usarte para hacer grandes cosas”
(Manuscrito de la hermana Rosalie)
Nosotros, Amigos de Juana Antida, formamos junto con las Hermanas de la Caridad, una misma familia espiritual, para vivir y compartir el carisma de Juana Antida, cada uno según su propia vocación en la Iglesia al servicio de la sociedad.
Como bautizados, para ser fieles al Evangelio, dirigimos nuestra vida hacia Cristo a quien queremos servir en los pobres, “sus miembros sufrientes”.
Nos comprometemos a vivir de manera sobria, solidaria y fraterna.
Queremos estar atentos a los pobres, en los diferentes contextos culturales de la sociedad actual, actuando de acuerdo a nuestras posibilidades.
Queremos que se reconozca la dignidad de todos los seres humanos, para que el desarrollo de nuestro mundo no se realice a expensas de los más indefensos.
De Juana Antida aprendemos a confiar en Dios solo para encontrar en Él el coraje del amor y del testimonio. Por eso damos un lugar esencial en nuestra vida para la oración y la profundización del carisma.
Elegimos los medios más adecuados para formarnos desde el punto de vista humano y espiritual.
Queremos ayudarnos mutuamente a vivir esta llamada, en una dimensión internacional, respetando el camino libre de cada persona.
Queremos involucrar en nuestro camino a niños y jóvenes, prestando atención a su creatividad.
Acogemos el mensaje de Juana Antida: que nos ayude a permanecer fieles y abiertos al Espíritu Santo.
Roma, 17 de febrero de 2008