Celebración de la Pascua y compartir la vida y la fe: religiosos y religiosas de las tres diócesis vietnamitas de Vinh-Thanh-Ha-Vietnam se reúnen dos veces al año. Son jóvenes monjes, seminaristas, padres diocesanos, padres religiosos, religiosas de distintas congregaciones, que viven y estudian en Roma en distintas universidades: Gregoniana, Salesiana, Ubaniana, Angelicum, Lateranense, Biblicum.
Se reúnen en una celebración eucarística para dar gracias a Dios por las ocasiones especiales y los aniversarios de alguien o de algo en la comunidad: ordenaciones diaconales, ordenaciones sacerdotales, profesiones religiosas… y para rezar en sufragio por los familiares de los miembros del grupo fallecidos recientemente.
La comunidad de religiosos y religiosas de Roma está bastante organizada internamente: elige a 3 representantes, un responsable de grupo encargado de gestionar las actividades generales del grupo, un responsable de la comunicación y un responsable de la bolsa común, y se reúne en asamblea general una vez al año.
Las dos reuniones se celebran al principio del año escolar, el día de las misiones y el segundo domingo de Pascua.
El objetivo de estos encuentros es mantener en contacto a las personas que se encuentran lejos de casa, para que puedan apoyarse mutuamente, compartir su fe y las alegrías y dificultades que encuentran, especialmente en el primer periodo tras su llegada a Roma y también después: «Durante el encuentro del 5 de abril de 2024», nos dijo la hermana Tho, «compartimos las valiosas experiencias que cada una de nosotras tiene en sus estudios y experiencias de misión».
En nombre de toda la comunidad vietnamita, la Hna. Tho agradece la «generosa, cálida y alegre acogida de la comunidad de la Casa Generalicia, que nos acoge, apoya y fomenta los lazos entre nosotros». La comunidad vietnamita elige a menudo la Curia de las Hermanas de la Caridad como lugar de encuentro porque muchas hermanas vietnamitas viven también aquí: «Cada vez que nos reunimos», concluye la Hna. Tho, «la Hna. Solange, la Hna. Wanda Maria, la Hna. Mirta del Consejo General y la Hermana Servidora de la casa – la Hna. Graziana – nos hacen sentir su cercanía de manera concreta y afectuosa. Su presencia en la Misa y en el almuerzo no nos hace sentir solas, nos da un sentido de familia. A todas las hermanas de la Casa Generalicia nuestro agradecimiento por su generosa acogida.