Ayer, martes 8 de agosto, las Hermanas que se preparan o acaban de celebrar la Profesión Perpetua vivieron una etapa particularmente significativa. Participaron en el Mes 27 Hermanas de la República Centroafricana, República Democrática del Congo, Chad, Camerún, Gabón, India, Indonesia, Pakistán, Vietnam.

Fue un momento de reflexión y de escucha, con el objetivo de arrojar nueva luz sobre el camino que estas jóvenes hermanas están llamadas a vivir.

La Superiora General abre la reunión: Madre Maria Rosa Muscarella subraya que la vocación, don recibido gratuitamente, exige ser protegida y defendida. Cada uno de nosotros está llamado a cuidar su propia vocación y la de la Congregación.

La Superiora General dijo a las hermanas tres palabras:

  1. confianza
  2. esperanza
  3. fidelidad

CUIDAR significa SER FIEL. El Señor me llamó y yo dije «¡Sí, voy!». Pero no basta con haberlo dicho una vez hace tantos años, hay que repetirlo cada día, no sólo con palabras, sino con la vida. La fidelidad es PERSEVERANCIA.

El camino no es oscuro, es un camino iluminado por la Regla de Vida:

Las Hermanas de la Caridad tienen una Regla de Vida, en la que se define el estilo de seguir a Cristo. El servicio a los pobres con una sonrisa y gentileza son un ejemplo concreto. Esto nos ayuda a ser fieles a nuestra vocación.

Santa Juana Antida decía, y nos sigue diciendo hoy: – Sólo en ti, mi Dios y mi Señor, pongo toda mi confianza y toda mi esperanza. Quien espera en ti no será confundido. Tú eres el Dios fuerte y sólo en ti me apoyo – . Así, Juana Antida guardó y cuidó aquella vocación que recibió de Dios, en Confianza, Esperanza y Fidelidad.