El 1 de diciembre de 2024, al final de la Misa de la Creación, que se celebra cada primer domingo de mes en el parque de la Casa Generalicia, se expusieron las cuatro primeras fotos seleccionadas.
Las demás fotos que participaron en el concurso se recogieron en el Jardín Digital.
Las fotos expuestas en el Jardín Ecológico de la Casa Generalicia
FOTO 1
La primera imagen muestra a un joven dedicado a la limpieza y restauración de una zona natural. El elemento central, una rueda de goma atrapada en el barro, fue interpretado por el Jurado como un símbolo del esfuerzo por eliminar los signos de la contaminación, por devolver a la Creación su pureza original.
La escena se enriquece con un sentimiento de comunidad: al fondo, otras personas participan en la misma acción de limpieza, mientras que los sacos azules llenos de residuos recogidos se convierten en símbolos tangibles de los progresos realizados.
El paisaje verde en la distancia, que contrasta con la tierra húmeda y oscura y el cielo claro y brillante, crea un contraste de colores que subraya la transición de la destrucción a la regeneración.
La luz que ilumina la escena, junto con la expresión resuelta del joven, refuerza el mensaje de esperanza y responsabilidad hacia la Creación.
FOTO 2
La segunda foto es de un niño en contacto con una tortuga terrestre. La foto transmite un mensaje de profunda ternura y cuidado, reforzado por las palabras que acompañan a la publicación: «Abrazar la belleza significa proteger con dulzura».
La relación entre la inocencia del niño y la lentitud de la tortuga evoca una sensación de armonía. La imagen celebra la belleza de la vida sencilla, de la conexión entre diferentes criaturas que comparten el mismo hogar común. La escena, ambientada en un apacible y cuidado jardín, nos recuerda la importancia de aprender desde pequeños a respetar lo que Dios nos ha dado.
La imagen es un homenaje a la inocencia, el cuidado y la responsabilidad que cada uno de nosotros está llamado a tener hacia la Creación.
FOTO 3
La tercera imagen transmite auténtica sencillez y un fuerte sentido de comunidad: cuatro niños, junto a un pequeño huerto en el tejado, cultivado con amor.
Las plantas en coloridas macetas recicladas, colocadas sobre una silla, ponen de relieve la creatividad y la capacidad de transformar un lugar sencillo en un espacio comunitario de belleza.
El uso de macetas recicladas y de colores da un toque de alegría y esperanza, lo que hace que la imagen sea aún más evocadora.
Esta foto expresa la idea de que la belleza puede cultivarse en cualquier lugar y de que el respeto por la naturaleza puede nacer a través de pequeños gestos cotidianos que impliquen también a las nuevas generaciones.
FOTO 4
La cuarta foto muestra a un grupo de niños con brillantes camisetas amarillas, que llaman inmediatamente la atención. El Jurado seleccionó esta foto por el entusiasmo y la alegría que transmiten los niños al dedicarse a la importante tarea de plantar una flor en unos parterres preparados con esmero, expresión de su creatividad y dedicación.
El contraste entre el color de la tierra y el amarillo brillante de las camisetas hace que la imagen sea alegre y luminosa.
La foto también destaca la importancia del trabajo en equipo: el cuidado de la Creación empieza con pequeñas acciones cotidianas.
Los niños, comprometidos y felices, expresan esperanza y responsabilidad, inspirándonos a reflexionar sobre la importancia de proteger y mejorar la Casa Común.
Fotos seleccionadas
El jurado estaba compuesto por la hermana Wandamaria C., Consejera General; Piera S., Movimiento Laudato Si’; Sara M., Oficina de Comunicación.
Las fotos fueron seleccionadas en función de su capacidad para contar la historia de actividades significativas, según el tema «Esperar y actuar con la creación».
Gracias a todos los que habéis compartido vuestras historias y visiones, a través de más de un centenar de fotografías. Con la pasión por la belleza de la Creación y el compromiso de cuidarla, podemos construir juntos un futuro brillante y sostenible.