La IV Jornada Mundial de los Abuelos y de los Ancianos trae consigo una fuerte ola de esperanza, en la misma dirección que el Jubileo que ya está a la vuelta de la esquina, que comenzará el próximo 24 de diciembre, y que el Papa Francisco ha dedicado precisamente al tema de la esperanza.  En esta IV Jornada Mundial dedicada a ellos, queremos mostrar nuestra ternura a los abuelos y ancianos de nuestras familias y comunidades con el corazón abierto y el rostro alegre de quien tiene el coraje de decir «¡No te abandonaré!»

PARAGUAY

En el tapiz social del Paraguay, los abuelos desempeñan un papel fundamental más allá de ser los pilares la familia, son custodios de la historia, transmitiendo valores, tradiciones y enseñanzas a las generaciones venideras.

Lic Fátima Pereira. Paraguay

ÁFRICA

A mi querido abuelo de Bouraka

En este día tan especial, me gustaría expresarte mi admiración y celebrar tu presencia entre nosotros como persona mayor, porque eres viejo pero sigues siendo joven de corazón.

Seguimos siendo los mismos por dentro.

Que sepas que tienes la edad perfecta.

Cada año es especial y precioso.

Sólo se vive una vez.

Envejecer es un privilegio que no se concede a todo el mundo.

A través de las transformaciones que el tiempo ha impuesto a tu cuerpo, eres como una galería de arte, un libro con infinitas páginas que debo atesorar y del que debo extraer sabiduría de vez en cuando.

Sigo siendo el apoyo que necesitas para florecer en tu vejez.

Nunca te arrepientas de envejecer.

Historia del joven que pasea con su abuelo

Alumno de la Hna Pauline, Provincia de África Central

ESPAÑA

Cerca de nuestra comunidad tenemos un parque donde van a jugar muchos niños con sus padres y, o abuelos. À veces se reúnen para celebrar cumpleaños u otros eventos. Me llama la atención la delicadeza con la que los pequeños tratan a los mayores y la ternura y la paciencia de estos para con ellos.

En mi familia somos cuatro hermanos. Nuestros padres fallecieron muy mayores, en su casa, rodeados de todos los suyos. Un día que servía la comida a mi papá, vino me sobrina de cinco años y me dijo: Vengo a ayudarte. Agarró la mano de mi papá y le miraba con cariño mientras comía. Una bendición

Algunas fotos son reconocibles en la galería fotográfica:

mi sobrino dando animo a mamá usando el sombrero de su abuelo que recién había fallecido

Serenidad y dulzura de un abuelo de más de 90 años que se siente amado y sigue amando. Mi papá que ahora está en el cielo.

La foto de una Hermana de la Caridad que siempre me inspiro con su ternura: la Hna Elva

Texto de la Hna Myriam, España

ALBANIA

Cuando llegué a Albania en 2000, la familia era muy importante: padres, abuelos, hijos, mujer e hijos vivían todos juntos. Poco a poco, los hijos empezaron a emigrar a los cuatro puntos cardinales.  El espíritu de familia se ha roto e incluso si algunos abuelos tienen la suerte de vivir con sus hijos, la gran mayoría de ellos viven solos, ya sea porque son viudas o porque son cuidadoras del hogar que sus hijos en el extranjero han construido en casa. Sólo unos pocos pueden permitirse un cuidador para sus ancianos, otros se trasladan a las ciudades, para estar más cerca del hospital. Así, hay más soledad y pocas actividades atractivas para los ancianos.

Actualmente, por ejemplo, con el pretexto de tomarse la tensión, un abuelo viene todas las tardes a tomarse la tensión y a comer con nosotros. Otro caso es el de una señora de 65 años que fue operada de la cabeza hace cinco o seis años y se quedó sola cuando murió su madre. Por desgracia, no se lava ni limpia. La gente del edificio se quejaba. Así que, desde hace años, voy una vez a la semana a limpiar su piso, ya que no he encontrado a nadie más, quizá porque conocen su pasado.

Tal vez me reconozcan en la foto, ¡al lado de una anciana de 102 años!

Hna Marlysse, Albania

INDONESIA

En Indonesia, muchos abuelos viven en casa de sus familias, que cuidan de ellos. Los abuelos son importantes en la familia Sobre lo que hemos reflexionado a lo largo de los años es que los abuelos son un regalo de Dios más que cualquier otra cosa. En mi cultura, la tribu Dayak Iban, si no cuidas de tus abuelos, cometes un pecado imperdonable.

Normalmente, dejamos que los ancianos trabajen todo lo que puedan y quieran, para que sigan sintiéndose útiles. Sólo les ayudamos en lo necesario.

Cuando visitamos una casa de la fe islámica, donde hay ancianos, es mejor no llevar ropa monástica para no sentirse incómodo, y así me veis en las fotos

Hermana Iki, Indonesia