En El Cairo, la jornada de espiritualidad de 60 alumnos del instituto Sainte Anne se inspiró en el Evangelio del cuarto domingo de Cuaresma en rito copto: «¿Quieres ser curado?» ( Jn 5,6). La pregunta de Jesús no era pasajera, sino que pretendía suscitar en el paralítico la esperanza no sólo de una curación física, sino sobre todo de una curación espiritual, la curación del alma que se restablece mediante la fe en Jesús, Dios Hijo.

El mismo versículo inspiró el tema de una memorable jornada de espiritualidad para los alumnos de Sainte Anne en El Cairo, que pasaron en el oasis espiritual Anafora, fundado por Su Gracia el obispo copto ortodoxo Thomas de El Quossia en 1998, en la carretera del desierto entre El Cairo y Alejandría. El suelo está cubierto de alfombras tejidas multicolores. Sobre las alfombras hay grandes cojines del mismo material que las alfombras y tejidos en el propio retiro. Todo invita a la oración, al recogimiento: hay una abertura en forma de ojo en el techo, a través de la cual fluye la luz hacia el interior, y siete pequeñas placas de cristal de colores colocadas en el techo para dejar entrar la luz, también multicolor.

Un oasis verde en medio del desierto, donde las paredes rinden homenaje a la Biblia. El artista realizó estos dibujos utilizando la «iota», que es la primera letra del nombre del Señor Jesús.

Aquí los estudiantes pudieron tomarse un tiempo, lejos del ruido contaminante, y dedicarse a la oración y la meditación.