El Calvario de las hermanas de Prémontré
Este artículo obtenido del periódico, nos cuenta el calvario vivido por las hermanas del hospital de Premontré, en Piccardia, durante la grande guerra. Premontré era un alojamiento, un refugio con más de 1200 residentes, las hermanas eran 52.
“La campana a martillo suena. En este alojamiento, en aquel tiempo, había 650 enfermos y 750 enfermas, 52 hermanas, 60 enfermeras más los empleados y los obreros perteneciente a distintas categorías. El servicio médico era confiado al médico-director, y a un médico colaborador y a dos internos. El médico-colaborador y los internos fueron llamados a las armas los primeros días del mes de agosto de 1914. El médico-director partió a su vez el 30 o el 31 de agosto para poner al seguro a su familia en París, pero no volvió más. Quedó solo el ecónomo que cumplía las funciones del intendente (…)”
A finales de agosto, las hermanas veían pasar debajo de la muralla del refugio, tantos refugiados y se preguntaban si no era el caso que también ellas pensaran en partir:
…“partir, pero ¿para ir adonde? (se decían entre ellas) Y ¿cómo hacer con toda esta gente? Con la ilusión que deriva del no conocer hasta el fondo que cosa estaba sucediendo, se tranquilizaban unas a otras diciendo: “Es mejor custodiar la casa y porque la guerra durará tres semanas, ¡así nos dijeron!” (…)
A fin de mes el hospital acogió a los soldados y, día tras día, las hermanas estuvieron muy ocupadas en el servicio:
… “el 30 de agosto llegó la vanguardia inglés que venía de Bélgica y se dirigía a París. Nosotras hemos hecho todo lo posible para ayudar a estas personas que buscaban tranquilizarnos. Todas las provisiones que habían preparado para la jornada, se les dio a ellos.” (…)
El día después, fue el turno de la armada francesa, soldados cansados cubiertos de polvo, huyendo del enemigo:
… “les dábamos de beber, les ofrecimos café, té y otras bebidas. Corríamos detrás de los carros en marcha, casi debajo de las patas del caballo para socorrer a los caballeros que nos tendían la mano con su vaso.”(…)
Al atardecer del mismo día, otro regimiento que los seguía y que había recibido la orden, hizo una parada en el alojamiento. Todos se pusieron a hacer algo para permitir a los soldados de reposar, sobre la paja extendida en el momento, rápidamente en las habitaciones disponibles:
… “Los soldados soñaban y esperaban transcurrir una buena noche. Pero hacia las 23:00 horas recibieron la orden de huir a través de una espía que les indicaba la llegada del enemigo. Partieron rápidamente diciéndonos: “Mañana tendrán aquí a los alemanes. Compórtense con ellos como han hecho con nosotros y no les harán ningún mal”
El día siguiente, 1 de setiembre, verdaderamente llegó por la noche una tropa de alemanes, que se alojó en el refugio:
… “Los oficiales ordenaron a las autoridades del refugio y de aquellas de la municipalidad de presentarse y de servirles la cena. Desde ese momento se establecieron en el refugio y se comportaron con si estuvieran en su casa. Hicieron man bassa de los muebles, de las sábanas, de los cubiertos y de las provisiones. (…) A finales del año 1914, las provisiones fueron completamente terminadas y el año 1915 fue muy duro y difícil. (…) Muchos enfermos murieron de hambre y de frio. Faltaba la leña y nosotras íbamos cada día al bosque, munidas de cuerdas y telones para recoger aquello que llevábamos y agarrar también algunos helechos para sustituir los colchones que los ocupantes habían mandado a su país.” (…)
En esta situación como hermanas hubiesen podido hacer llegar sus noticias!
Ellas vivían pobremente, no podían expedir cartas y también para salir de la localidad era necesario un pasaporte expedido por la Kommandantur al costo de 1, 25 marqueses. En esta situación ¿cómo hubiesen podido las hermanas, hacer llegar sus noticias?
Durante este periodo, en La Roche y en Roma, se vivía en la inquietud más profunda y sobre cada carta del año 1915 se lee la misma frase:
“todavía ninguna noticia de parte de nuestras queridas hermanas de Prémontré”!
Texto extraído de la “Historia de la Provincia de la Savoia”, Volumen 3 – Hna. Marie Hélène Magnien
Sigue el proximo mes…