El Misal del Milagro de la Marna
El verano pasado, consultando algunos documentos en los Archivos de la comunidad de La Roche Sur Foron, en Francia, he descubierto un misal un poco particular titulado “El Misal del Milagro de la Marna”. Un Misal un poco sorprendente, con incisiones religiosas que tienen como trasfondo la Grande Guerra: misas celebradas en los campos de batallas, batallas, retiradas de las tropas, Triduo del Nacimiento de María Virgen, Adoración al Sagrado Corazón, etc…
No conociendo el hecho del Milagro de Marna, mi curiosidad me ha llevado a otras investigaciones para profundizar el conocimiento acerca del mismo.
En las primeras páginas del Misal, el prefacio del abad Coubé explica los eventos sucedidos en la época de la terrible batalla de la Marna, desde el 6 al 12 de septiembre de 1914. Batalla que paró el avance de las tropas alemanas sobre París:
“Cuando en su célebre orden del día del 12 de septiembre de 1914, el general Joffre anunció a sus tropas y a la Francia el éxito de la batalla de la Marna, pronunció por primera vez desde el inicio de la guerra la palabra de victoria, pero también otra palabra, aquella del milagro, brotó sobre los labios de la Francia cristiana… Era el grito del corazón, un grito espontáneo…; pero también un grito de la razón porque no se lo explicaban como un ejército, perseguido desde hacía ocho días y que parecía caer en el cansancio, en el sueño, hubiese podido enderezar improvisamente sus posiciones… y alejar de la Marna el ejército alemán hasta ese momento victorioso… Muchas veces, desde aquel día, resonó la palabra milagro…”
El porqué de este Misal es el de “reavivar y hacer perpetuo en el tiempo nuestro reconocimiento hacia Dios por el grande don de la victoria de Marna, este es el objetivo de este libro de oraciones y de sus ilustraciones devotas”
Pero ¿por qué se habla de milagro?. La expresión “Milagro de la Marna” fue utilizada por primera vez por Mauricio Barrés, en un artículo de diario en diciembre de 1914.
Distintos testimonios recogidos, explican aquello que sucedió. Aquí están algunos relatados por el periódico “Il Corriere della Manica” del 9 de enero de 1917:
“Un sacerdote alemán herido, murió en una ambulancia francesa donde se encontraban unas religiosas. Él les dijo: “Como soldado, yo no tendría que hablar, como sacerdote yo creo que tendría que decir aquello que é visto. Durante la batalla, nos hemos sorprendido de haber sido resistidos porque éramos una legión como los franceses y pensábamos que llegaríamos a París. Pero nosotros hemos visto a la Santa Virgen vestida de blanco, con un cinto azul… Ella, con la mano derecha, parecía detenernos y no quería que avanzáramos…”
Otro soldado alemán: “Si yo hubiera ido al frente, hubiera sido fusilado, porque fue prohibido contar, bajo pena de muerte, aquello que yo les diré: se maravillaron de nuestro improviso volver atrás mientras estábamos casi a las puertas de París. Nosotros no hemos podido ir más allá porque una Virgen se puso delante nuestro, con los brazos extendidos, rechazándonos cada vez que teníamos la orden de avanzar. Por varios días no hemos logrado entender a quién hemos visto, si a sus Santos nacionales, Genoveva o Juana de Arco u otros. Después hemos entendido que se nos había aparecido la Santa Virgen la cual nos paraba y no nos permitía proseguir… El 8 de septiembre ella nos rechazó con tanta fuerza, que todos hemos huido. Aquello que les digo, ustedes ciertamente lo escucharán relatar más adelante porque fueron cerca de 100.000 hombres que la han visto”.
Otros testimonios refieren en modo idéntico este hecho. Las autoridades militares de la época quedaron en silencio sobre el acontecimiento. Milagro, Sí al inicio de esta guerra, y una guerra que duró 4 años y que fue una hecatombe, pero la oración, la intercesión, la misa, las devociones, reforzaron la fe de muchos soldados que enfrentaron este infierno.
Hna. Christine Walczak