«Hoy en día, los cambios son más frecuentes y más radicales, por lo que la creatividad y la flexibilidad son esenciales», ha dicho hoy la Superiora General, hermana María Rosa, dirigiéndose a la asamblea de las hermanas servidoras de las dos provincias europeas.
«Hablar de cambio es estar en sintonía con el espíritu de los tiempos. Cambiar significa crecer, significa ver cada logro como un punto de partida para nuevos retos que afrontar y superar. Almacenar granos de trigo en una tinaja de alabastro o terracota no es elegir la vida y conservarla, sino dejar que se seque el grano, que perderá así su capacidad de vivir y generar vida.
En cambio, el grano de trigo echado en tierra y como perdido, brotará en espiga y será vida nueva».
Del Evangelio de Juan 12:24-26:
En verdad, en verdad os digo:
si el grano de trigo, caído en tierra, no muere, queda solo;
pero si muere, da mucho fruto.