España, India, Laos, Malta, Italia, Extremo Oriente…:la Jornada Mundial de los Pobres se ha convertido en una cita ineludible para toda comunidad eclesial. Es una ocasión pastoral que impulsa a todos los creyentes y personas de buena voluntad a escuchar las oraciones de los pobres, tomando conciencia de su presencia y de su necesidad, ofreciendo signos concretos para un futuro mejor.

ESPAÑA: Las Hermanas de la Caridad y los Amigos de Santa Juana Antida intentan «hacer nuestra la oración de los pobres y rezar con ellos», como nos cuenta Hna Myriam, de San Sebastián, España: «Recuerdo aquella tarde de domingo en la que, con un grupo de jóvenes, hijas de padres emigrantes, nos acercamos a unas chabolas, hechas de plástico y cartón, rezando el rosario. Allí vivía gente de la calle, la mayoría rumanos. En una ciudad tan bonita como San Sebastián, España, fue un descubrimiento impactante para aquellas jóvenes que vieron que hay gente mucho más pobre que ellas» y sintieron como pedían fuerza para seguir con la cruz de cada día y sabiduría para poder ayudar a los que siguen llegando al País Vasco sin conocer a nadie, sin trabajo y sin papeles.

INDIA: Las distintas comunidades están decididas a no desaprovechar esta oportunidad, como nos cuenta la Hna. Pusha, de la India: «En la India, este día se celebra con diversos actos organizados por organismos gubernamentales, organizaciones no gubernamentales y grupos comunitarios con el objetivo de sensibilizar y movilizar apoyos para iniciativas de reducción de la pobreza. Los programas suelen incluir talleres educativos, debates, campañas en las redes sociales y actividades de servicio comunitario, como colectas de alimentos y actos benéficos, que llaman la atención sobre los retos a los que se enfrentan las comunidades empobrecidas y la importancia de las políticas sociales inclusivas.

MALTA: La oración encuentra la confirmación de su autenticidad en la caridad que se convierte en encuentro y proximidad. «Sin la oración cotidiana vivida con fidelidad, nuestra actividad se vacía, pierde su alma profunda, se reduce a mero activismo» (Benedicto XVI). Esto lo saben bien las hermanas enfermeras, como nos cuenta la Hna. Ramona, de Malta, que primero recorren los pasillos con su oración antes de empezar la jornada. «Uno de los aspectos más profundos de mi experiencia como enfermera es llevar el amor de Cristo al hospital, a través de la oración y la presencia. Al principio, no siempre soy capaz de hablar abiertamente de Jesús a un paciente que sufre, sobre todo si es joven. Pero el simple hecho de estar cerca de ellos, escucharlos, mostrar compasión y paciencia, a menudo abre sus corazones al deseo de orar. Hay algo profundamente sagrado en estos momentos de silencio, donde el amor se comparte en silencio».

EXTREMO ORIENTE: Muchas veces no es posible hablar expresamente de Jesús, a causa de las leyes del país. La oración supera todas las barreras: «Todos los días rezo a santa Agostina por la chica a la que acompaño en su tratamiento, para que pueda comprenderla y darle lo que necesita», nos cuenta la Hna. Lina. Cuidar los «pequeños detalles del amor»: saber detenerse, acercarse, dar un poco de atención, una sonrisa, una caricia, una palabra de consuelo. Estos gestos no se improvisan, sino que requieren una fidelidad cotidiana, casi siempre oculta y silenciosa, pero reforzada por la oración (Mensaje del día).

ITALIA – La Jornada de los Pobres implica activamente a todos los niveles de la Iglesia italiana: diocesano, parroquial, asociativo…. es el testimonio de la comunidad de Prato Smeraldo, en Roma. Además de los pobres, los voluntarios, los chicos y chicas de la Administración Pública, los que acuden semanalmente a las parroquias, incluso los que no son practicantes: El sábado anterior al Día de los Pobres en más de 12.00 supermercados tiene lugar la recogida de alimentos para el Banco Alimentare. Miles de voluntarios invitan a los cientos de miles de personas que hacen la compra a donar una parte de sus alimentos para personas necesitadas: «Compartir las necesidades para compartir el sentido de la vida».

La historia del Banco de Alimentos comenzó con el deseo de replicar la experiencia del «Banco dos Alimentos» de Barcelona (España). Como todos los Bancos de Alimentos de Europa, unidos en una Federación, el objetivo es coordinar y ayudar a organizar la recuperación de los excedentes de la cadena alimentaria y distribuir alimentos gratuitamente a las Organizaciones Territoriales Asociadas que acogen a personas y familias en dificultad.

LAOS: El 17 de noviembre se celebró también en Laos la octava Jornada Internacional de los Pobres, que se inscribe en la importancia que nuestras comunidades conceden diariamente a la ayuda a los pobres de las zonas rurales, pueblos y ciudades de Laos.

La Hermana Phetsamone Madelein nos cuenta: «En nuestro país, Laos, muchos pobres se encuentran en las ciudades y en las zonas rurales, lejos de las carreteras. En algunas zonas, las familias tienen ocupaciones muy pobres, como la agricultura, el comercio y el desplazamiento a la ciudad y a los países vecinos para mantenerse cada día.

En cuanto a la educación, los niños y jóvenes de la ciudad tienen una buena educación y encuentran buenos trabajos después de graduarse. Algunos niños del campo no reciben educación superior y no terminan la primaria porque sus padres son pobres. Por eso, en la actualidad, los niños siguen siendo analfabetos, adictos a los juegos y juegan demasiado con los teléfonos móviles. Algunas zonas vienen a estudiar al Cross Sister Centre, que acoge a niños pequeños para apoyarles tanto en la educación como en los estudios de formación profesional, para que puedan tener buenas carreras en el futuro.

Para preparar el 17 de noviembre, Día de los Pobres, rezamos por los pobres de cuerpo y espíritu. Que esta oración se convierta en un canal que nos permita conectar con los pobres, ser conscientes de su sufrimiento y ayudarles. Dios ama a los pobres de una manera especial, rezamos por ellos para que tengan un trabajo y una buena vida, para que sus corazones sean felices y para que su fe se realice en Dios.

Esta Jornada Mundial de los Pobres, para las comunidades y las religiones, es una ocasión para invitar a todos a escuchar las oraciones de los pobres para apoyar y ayudar a los pobres entre nosotros a seguir el ejemplo de Santa Juana Antida y Santa Teresa de Ávila que dieron su vida por los pobres para amar y servir a los pobres toda su vida.