«Hacer de nuestras familias y comunidades un anticipo del Cielo»
Este es el título de la carta del Padre Tomaž Mavrič, 24º sucesor de San Vicente de Paúl, como Superior General de la Congregación de la Misión y de las Hijas de la Caridad.
En el corazón de la Carta está el reto de construir familias, comunidades, equipos de trabajo y grupos sanos, profundamente espirituales y contemplativos.
La Familia Vicenciana es un movimiento formado por más de 160 instituciones y alrededor de cuatro millones de personas que hoy siguen a Jesucristo, sirviendo a los pobres, siguiendo el ejemplo de San Vicente de Paúl, Santa Luisa de Marillac y muchos otros santos que han enriquecido el carisma vicenciano a lo largo de los últimos cuatro siglos.