República Democrática del Congo, el testimonio de la hermana Blanche: una rica experiencia pedagógica como única forma de ayudar a los pobres en el campo de la alfabetización.

 

En un mundo dominado por la tecnología y la escritura digital, nuestro apostolado consiste en dar a los demás su independencia, enriqueciéndoles con nuevos conocimientos a través del aprendizaje de la lectura y la escritura. No es una tarea fácil, especialmente hacia los adultos que han perdido esta educación, porque hemos tenido que adaptarnos a la situación de cada persona.

De hecho, el objetivo de esta educación es responder a las necesidades reales de la sociedad.

La escuela se organiza dos o tres veces por semana para las personas que forman una clase.

Sin embargo, hay varios grupos procedentes del medio rural, deseosos de mejorar sus competencias para adaptarse bien a la sociedad.

La alfabetización es también una buena manera de hacer comprender a la gente la importancia de una buena gestión ecológica.

Como hermana, mi tarea es, en primer lugar, establecer un ambiente familiar de fe y diálogo entre los participantes para facilitar la comunicación entre los miembros y, en segundo lugar, inculcar el gusto por la lectura, empezando por la Biblia en dialecto.

Las ventajas de esta formación son muchas.

  • autonomía en la lectura de los propios documentos,
  • facilitación en la búsqueda de empleo,
  • adquisición de una mentalidad abierta;
  • mayor capacidad para transmitir valores a la familia;
  • acceso a la lectura de la Biblia.

En el futuro, queremos continuar con esta labor añadiendo la costura a la formación de las mujeres, especialmente de las madres.

Blanche Kasiala, Hermana de la Caridad

provincia de Ubangi Norte, territorio de Bosobolo, pueblo de Bili