“Para reflexionar sobre cómo me ha influido el Colegio del Santo Niño Jesús de Baabdath de las Hermanas de la Caridad, hago un paréntesis en mi rutina diaria para retroceder en el tiempo, más de 30 años.

Al principio, este regreso me parece una tarea mecánica, desprovista de toda emoción, pero a medida que los recuerdos afloran, una gran emoción me embarga y me encuentro inmersa en magníficos recuerdos de mi querida escuela, la Escuela del Santo Niño Jesús.

Un colegio dirigido por un puñado de monjas que forjaron mi personalidad, abrieron mi corazón a la bondad de los demás y me enseñaron a confiar en la vida y en el amor infinito del buen Dios.

Fui testigo de la vida comunitaria que llevaban estas monjas, de su sencillez, de su dedicación a los alumnos y a los aldeanos y, sobre todo, de su disposición a ayudar en cualquier circunstancia.

Durante mis años en el colegio, fui miembro de la Association des Guides du Liban, y pasé más tiempo deambulando por los pasillos y escaleras del colegio que holgazaneando en mi propia casa, y fue durante este periodo cuando la presencia de la hermana Yvonne-Marie, hermana Pascale y otras fue crucial para mi desarrollo personal.

Más tarde, a lo largo de las diferentes etapas de mi vida, ya fuera en la universidad, en el trabajo o como madre, este bagaje meticulosa y amorosamente elaborado me hizo destacar en las situaciones difíciles y me demostró a mí misma primero y a los demás después que era en el seno de esta escuela, y gracias a este ambiente de bondad, de compartir y de amor, de donde sacaba fuerzas para ir más lejos.

Hoy, llegados a mis años dorados, después de haber subido peldaños en mi vida profesional, me cuestiono mis grandes decisiones y posiciones consultando a menudo «mi versión» del pasado y confío en ella para revisar las situaciones en perspectiva.

A menudo me encuentro contando a mis hijos pequeños incidentes, lecciones aprendidas y recuerdos aún tan frescos de mis mejores años en la escuela.

Para mi gran alegría, se entienden, me comprenden, se identifican con mis recuerdos, ya que ellos mismos vivieron en el mismo edificio encantador, olieron las margaritas delante de la verja roja, subieron las mismas escaleras, rezaron en la misma capilla y se encontraron con las mismas sonrisas amables”.

Michèle C.:

Antigua alumna de la escuela del Santo Niño Jesús de las Hermanas de la Caridad, desde la guardería hasta el último curso.

Fue miembro del movimiento Guides du Liban. Michèle se graduó como la mejor de su clase en la universidad, donde continuó sus estudios en audiovisuales.

Actualmente es directora y productora de un importante teatro de los Emiratos. Dirige un equipo permanente de al menos 30 personas, sin contar los actores necesarios para cada producción que dirige.