Beirut, el patriarca maronita lanza un ‘pacto educativo nacional’, contra la crisis
El objetivo es mantener viva la llama de la protesta del 17 de octubre. Una invitación a los jóvenes, para que se liberen de las ataduras sectarias y confesionales. En tiempos de crisis, el llamado a un compromiso común para construir una casa común y mejor. Un pacto de naturaleza “educativa” fundado sobre el respeto de la diversidad, la fraternidad y el servicio.
Convencido de que todo cambio precisa de un caminno educativo, para favorecer la maduración de una renovada solidaridad, y una sociedad más abierta a la acogida, el patriarca maronita lanzó ayer una iniciativa titulada “Pacto educativo nacional global”. El proyecto, que fue expuesto durante la reunión mensual de la Asamblea de Obispos Maronitas, se inspira en una idea de Papa Francisco dada a conocer el 12 de septiembre del año pasado.
Promoviendo el tema “Reconstruir el pacto educaativo mundial”, el pontífice quería “reavivar el compromiso por y con las jóvenes generaciones, renovando la pasión por una educación más abierta e inclusiva, capaz de una escucha paciente, de un diálogo constructivo y de una comprensión recíproca”. “Hoy en día – había dicho a continuación el Santo Padre – es más necesario que nunca aunar nuestros esfuerzos en una alianza educativa más vasta, para formar personas maduras, capaces de superar las fragmentaciones y los contrastes, reparando el tejido de las relaciones para una humanidad más fraaterna”.
La iniciativa del patriarca Raï ha de ser vista en el contexto de las protestas populares del 17 de octubre del 2019, que el líder de la Iglesia maronita definió como “una revolución positiva y civil, que ha reunido a las generaciones provenientes de todas las regiones, comunidades y pertenencias”. El primado confía además en que el propio proyecto de pacto educativo pueda “proteger” este impulso popular de aquellas “corrientes negativas” que quieren parasitarlo. Lo que desea es ver jóvenes libaneses liberados de las afiliaciones comunitarias que se ciñen cada vez más, y “empeñarse en contruir una patria mejor, que se llama Líbano, su ‘casa común’, y que la Constitución define como “en definitiva, la patria de todos”. Un Estado de naturealeza civil, en el cual rige una separación neta entre el ámbito religioso y civil, fiel a la palabra del patriarca Élias Howayek en el congreso de paz de Versailles de 1919: “En el Líbano hay una sola comunidad, que se llama Líbano; las comunidades presentes en este suelo [son los elementos que] componen su tejido social”.
La naturaleza del pacto es “educativa”, subraya el patriarca, y debe conducir a “un nuevo enfoque en todas las demás actividades”, ya sean culturales, económicas y políticas, así como a la creacion de una nueva élite que sepa ser trans-comunitaria”. Este pacto se funda en tres principios: el respeto de la diversidad, a condicion de que sea complementaria y no antagonista; la verdadera fraternidad, entendida tal y como se define en la Declaración sobre la Fraternidad Humana de Abu Dabi del 4 de febrero del 2019; el espíritu de servicio.
En la mente del patriaca, las aspiraciones del movimiento “totalmente espontáneo” que se formó el 17 de octubre pasado, y que la Iglesia respalda, se apoyan en un permanente compromiso para que la llama no se apague”. Por otro lado, estas aspiraciones prevén tres factores: decir “no” a cualquier forma de egoísmo, “humanizar Internet” y rechazar la “cultura del descarte” (palabras de Papa Francisco), cuyas víctimas son las personas de la tercera edad, los pobres, los niños y las personas que tienen necesidades especiales. Se asientan, asimismo, en el respeto del ambiente. “La naturaleza no solo es un contexto de vida para nosotros. Ella es una realidad distinta de nosotros y nosotros somos apenas una parte de ella. Para crear una realidad nueva, ante todo hay que ser una creatura nueva”, repite el patriarca, citando la encíclica Laudato Sì (118).
Defender la tierra
Por último, el pacto educativo nacional compromete a los jóvenes y a las generaciones futuras a “preservar el suelo nacional”, a poner en práctica la justicia social y a tomar iniciativas “en la agricultura, en la industria ligera, en la industrializacion en general y en la adquisición de competencias”. Esta actividad de producción y el pacto educativo serán coordinados por el Centro maronita de documentación.
Además, se crearán dos nuevos centros: el primero, en el convento Mar Sarkis de Rayfoun, con la misión específica del “desarrollo humano y su potenciamiento”. Este centro funciona desde el mes de junio de 2019 y se ocupa especialmente de la familia. El segundo, cuyo inicio de actividades está previsto para el próximo otoño, se encuentra en el convento de la Visitación de Aintoura, y ahondará en el conocimiento relativo a la música, las artes culinarias y las artesanías. En su interior también funcionará una sección cultural para el aprendizaje de la religión, de idiomas y culturas diversas. La actuación del pacto educativo estará bajo la supervisión de un vicario patriarcal. “El pacto – subraya el documento fundacional – está abierto a todos los jóvenes del Líbano, prescindiendo de cuál sea su pertenencia” religiosa, étnica o social.
de Fady Noun, AsiaNews