Desde Nápoles, la tierra donde Juana Antida pasó los últimos años de su vida, comenzamos a compartir testimonios de lo que las comunidades locales de Hermanas y AJA están organizando con los jóvenes y para los jóvenes: que lo que Dios ha arraigado en lo más profundo de su ser pueda florecer en plenitud y libertad.
«Esta tarde, 1 de mayo de 2024, hemos comenzado el mes de mayo con María y rezando por las vocaciones, en comunión con las hermanas y los laicos de San Giorgio a Cremano y de Nápoles, pero también en comunión con toda la Congregación.
Fue un hermoso momento de oración y fraternidad. Fue una oportunidad para abrazar, hablar, renovar lazos y recuerdos de momentos compartidos con tantas hermanas, que ahora residen en la comunidad de ‘Villa Maria’.
Damos gracias al Señor y a Santa Juana Antida por estos bellos momentos vividos en plenitud, alegría y serenidad. No dejemos de pensar en los jóvenes y de llevarlos en nuestras oraciones».
Daniela B., AJA Nápoles