«Inteligencia artificial y sabiduría del corazón: por una comunicación plenamente humana»: este es el tema de la Jornada de las Comunicaciones Sociales que se celebrará en todo el mundo el domingo 12 de mayo de 2024. «La información no puede separarse de la relación existencial», explica el Papa Francisco en su Discurso para la Jornada, «implica el cuerpo, el estar en la realidad; pide relatar no sólo datos, sino experiencias; exige el rostro, la mirada, la compasión así como el compartir»: es el caso del relato de las guerras y de esa «guerra paralela» que se hace a través de las campañas de desinformación; es el caso de los reporteros heridos o que han perdido la vida sobre el terreno para permitirnos ver lo que han visto sus ojos. «Porque sólo tocando el sufrimiento de niños, mujeres y hombres podemos entender lo absurdo de las guerras».

«El uso de la inteligencia artificial podrá aportar una contribución positiva en el campo de la comunicación, si no anula el papel del periodismo en el campo, sino que, por el contrario, lo flanquea», sostiene el Papa: «si valoriza la profesionalidad de la comunicación, responsabilizando a cada comunicador; si restituye a cada ser humano el papel de sujeto, con capacidad crítica, de la comunicación misma».

De ahí el renovado llamamiento del Papa Francisco a la comunidad de naciones para que «trabajen juntas para adoptar un tratado internacional vinculante que regule el desarrollo y el uso de la inteligencia artificial en sus múltiples formas».

Aunque la Inteligencia Artificial (IA) puede ofrecer grandes oportunidades, es importante no pasar por alto sus aspectos críticos. El debate sobre la IA y sus aplicaciones en la educación y la comunicación es central. De ahí la urgencia de una nueva investigación, apoyada en el pensamiento crítico, una sólida cultura de la información e inspirada en una ética de la responsabilidad, que pueda traducirse en un comportamiento de ciudadanía «digital» coherente y consciente.