Del 25 al 28 de abril de 2024 se celebró en Nápoles – Regina Coeli – el tercer y esperado encuentro de directores, coordinadores y colaboradores de las escuelas dirigidas por las Hermanas de la Caridad. Un importante momento de formación y puesta en común que vio al Consejo Provincial Euromediterráneo comprometido con el éxito de las jornadas.

Asistieron representantes de nuestras escuelas de Italia y Malta, la Provincial de Besançon-Savoie, la hermana Noelle y la coordinadora de la Oficina Internacional de Educación (UIPE).

El primer día se entabló un diálogo sobre la Inteligencia Artificial (IA), con una conferencia del profesor Giovanni Tridente, catedrático de la Facultad de Comunicación Institucional de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz.

La asamblea reflexionó sobre la utilidad de la Inteligencia Artificial aplicada a la educación como herramienta para enriquecer el desarrollo de competencias, ampliando la reflexión sobre las implicaciones éticas de su uso, haciendo hincapié en su utilización responsable y consciente. La escuela, de hecho, debe comprometerse a hacer de sus alumnos «usuarios» responsables y, del mismo modo, los profesores deben ser capaces de desempeñar el papel de figuras centrales en el proceso de aprendizaje de cada uno de ellos.

Durante los siguientes días de formación, se abrieron debates sobre las diferentes realidades escolares presentes, donde se pudo ver claramente el carisma que las une a todas en esta misión educativa, comenzando con la ponencia de Sor María Silvia: «En nuestra historia un modelo: Hermana Nemesia Valle, 20 años después de su beatificación (25 abril 2004 – 25 abril 2024)».

Esta comunicación despertó las ganas de volver a la carga, la constancia y la determinación para superar los retos diarios en la gestión de los alumnos y los desafíos cotidianos de todo tipo. Ver cómo la figura de «esta monjita de la caridad» era capaz de convertirse en un modelo para las Hermanas y todos los educadores, gracias a su método de enseñanza basado en la bondad, fue fuente de inspiración y emulación para todos los presentes. De hecho, la hermana Nemesia enseñó que el trabajo no es individual, sino siempre compartido, y que en nuestras escuelas debe formarse una verdadera comunidad educativa de hermanas y laicos llamados a caminar juntos por un proyecto educativo común. De hecho, la Beata ya había comprendido la importancia de la colaboración, en una visión moderna que no iba a rebufo de los tiempos, sino que se proyectaba ya hacia el futuro.

Después de estos días pasados juntos, podemos preguntarnos: ¿qué nos ha dejado este encuentro? Sin duda, la conciencia de que no estamos solos. La creación de la Oficina Internacional de Educación nos ayuda a crecer en este espíritu de familia internacional, de creer en un proyecto común y de apoyarnos para reflexionar y proyectar el futuro.

Los proyectos de los que hemos hablado son ciertamente ambiciosos, pero la pasión de las personas que trabajan juntas por los mismos objetivos lo hace todo más fácil, y lo hemos comprobado durante estos días de puesta en común.

El trabajo en red entre escuelas nos hará sin duda más fuertes y el amor por la educación será el pegamento del que partamos todos juntos.

Desde hoy, ¡esperamos con impaciencia el año que viene!

Loredana G.