Akash Bashir murió hace siete años para impedir que un terrorista se inmolara en el interior de una iglesia: con el sacrificio de su vida se evitó una masacre.  El joven formaba parte del personal de seguridad del lugar de culto, había asistido a la escuela profesional salesiana y trabajaba en la parroquia. Desempeñaba esta tarea con un gran espíritu de sacrificio, pero también de entrega por los demás.

Era un muchacho muy sencillo. En aquel atentado murieron 20 personas y varias resultaron heridas, pero la mayoría de los cristianos presentes en la iglesia salieron ilesos.

Desde entonces, la comunidad cristiana le recuerda en sus oraciones, en diversas celebraciones y rinde homenaje en su tumba. Su testimonio también ha tenido un amplio eco entre los musulmanes.

  1. Pierluigi Cameroni, Postulador General de los Salesianos: «La vida del Siervo de Dios Akash Bashir brilla como una inspiración y un rayo de luz en Pakistán y en el mundo afligido por el terrorismo y los disturbios», dice a la Agencia Fides el P. Lazar Aslam, sacerdote franciscano capuchino que sirve en Lahore. En mayo, la comunidad católica de la archidiócesis intensificó la oración por Akash Bashir, el primer Siervo de Dios de la historia de Pakistán. Y hay una ferviente peregrinación ante su tumba, especialmente de jóvenes pakistaníes: «Su fe en Dios le motivó a proteger y servir a su comunidad, y le llevó a realizar un gesto de extremo altruismo frente a un terrorista suicida», recuerda el fraile.

En 2022, Akash Bashir fue proclamado Siervo de Dios y se abrió la fase diocesana de la causa de beatificación. El 15 de marzo de 2024, aniversario de su martirio, concluyó oficialmente la fase diocesana. El 24 de octubre de 2024 se declaró oficialmente abierto el proceso de beatificación en el Dicasterio para las Causas de los Santos.

De la entrevista con el Padre Cameroni, salesiano, Postulador de la Causa:

Padre Cameroni, ¿quién era Akash Bashir?

Akash Bashir era un joven pakistaní, cristiano católico, perteneciente a la comunidad cristiana de Lahore, exactamente del distrito de Youhanabad. Creció en una familia cristiana muy sencilla y pobre. Tuvo la oportunidad de asistir a la escuela salesiana de Lahore, donde hay un instituto técnico industrial, y tener así una educación técnica. Más tarde se implicó, y se empleó, en la seguridad de los cristianos de la ciudad de Lahore, en particular cerca de la iglesia católica de San Juan. Desempeñó esta tarea con un gran espíritu de sacrificio, pero también de entrega por los demás. Era un tipo muy sencillo.

¿En qué contexto social vivía Akash Bashir?

En un suburbio de Lahore, una ciudad muy grande, donde los católicos son la presencia más numerosa de todo Pakistán. Un contexto marcado por la pobreza, la marginación, donde dar testimonio de la fe cristiana es siempre arriesgado. En los últimos años se han producido varios ataques contra comunidades cristianas, no sólo católicas, sino también de otras confesiones cristianas. En este contexto de pobreza económica, marginación, y donde existen ciertas formas de persecución, la figura y el testimonio de este joven cristiano saltan a la palestra.

¿Cómo perdió la vida Akash Bashir?

Era un domingo -15 de marzo de 2015- y Akash Bashir formaba parte del grupo que velaba por la seguridad en torno a la iglesia de San Juan. Habían llegado noticias de que se había producido un atentado en una iglesia anglicana situada a unos 500 metros, así que los jóvenes de seguridad entraron en acción para defender a las personas que se habían reunido para la misa en la iglesia. Se calcula que había unas dos mil personas. En un momento dado, Akash Bashir vio a una persona que corría hacia él: era un terrorista suicida. Akash intentó frustrar su intención de entrar y llevar a cabo una masacre y se produjo una refriega. El terrorista intentó zafarse, pero Akash Bashir demostró su fuerza, su firmeza al defender su misión y su fe. Se dice que pronunció unas palabras muy fuertes, incluso elocuentes: «Moriré, pero no os dejaré pasar». El terrorista se dejó explotar, causando la muerte de Akash y de otras 20 personas. También hubo varios heridos, sin embargo, la mayoría de las personas que se encontraban en la iglesia se salvaron precisamente gracias al sacrificio de Akash y a la ofrenda de su vida.

¿Cómo se percibió este gesto?

Las comunidades cristianas, tanto católicas como de otras confesiones, vieron inmediatamente en él un testimonio de fe. E incluso expresiones del mundo musulmán, contrarias a formas de fundamentalismo y fanatismo religioso, se mostraron solidarias al reconocer el testimonio de este joven cristiano católico. Y desde el principio nació un movimiento que reconocía el testimonio singular de Akash, y debemos decir que, siete años después, este movimiento ha crecido cada vez más. Así, ha habido celebraciones, hay un recuerdo constante de Akash, su tumba es visitada a menudo, adornada con flores. Ha habido un crecimiento en torno a su figura, no sólo en Pakistán, sino también en el mundo, de modo que el suyo es un testimonio que está teniendo una gran resonancia. Esto ha llevado también a solicitar la apertura de su Causa de Martirio.

Entonces, ¿sigue viva la memoria de Akash Bashir?

Desde luego que sí. No sólo viva, sino que yo diría que con el tiempo está creciendo aún más, precisamente porque expresa una fe fuerte, en un contexto de persecución, y por tanto su testimonio de joven cristiano se eleva verdaderamente a algo ejemplar para seguir adelante incluso en las dificultades, en los contrastes, que los cristianos en particular están llamados a experimentar en ciertos contextos tan a menudo de marginación, cuando no incluso de persecución o de martirio. Por eso Akash representa también un signo de gran esperanza para toda la comunidad cristiana, pero también para todos los hombres de buena voluntad. Y me gusta subrayar cómo, una vez más, estos testigos expresan también ese ecumenismo de los mártires que ayuda a los procesos de comunión entre los cristianos y de reconciliación entre los hombres de buena voluntad.

¿Cómo viven hoy los cristianos en Lahore?

Viven en situaciones que no son fáciles, porque la Iglesia en Pakistán es una Iglesia muy probada, como en tantas otras partes del mundo. Sin embargo, creo que es una Iglesia muy consciente de su identidad y de su testimonio. Podríamos decir que son verdaderas comunidades cristianas en las trincheras, pero que al mismo tiempo consolidan su identidad y su deseo de perseverar incluso en la hora de la prueba y del martirio. Como le ocurrió a Akash y a tantos otros, no sólo en Pakistán. Como sabemos, los cristianos son muy perseguidos en muchas partes del mundo, incluso hoy.

La entrevista con el padre Cameroni, de Vaticannews del 02.02.2022.