En la Casa Generalicia, las 47 hermanas jóvenes actualmente presentes en Europa se reunieron para un tiempo de formación del 27 de diciembre de 2024 al 4 de enero de 2025.
Para cada una de ellas, fueron días intensos de formación, de compartir, de reflexión, en el marco especial de la inauguración del Año Jubilar 2025. Les acompañaron los responsables del camino del juniorado de la Provincia Euromediterránea y de la Provincia Besançon-Savoie.
La Superiora General y su Consejo animaron unas jornadas para implicar a las jóvenes hermanas en el camino hacia la Provincia Europea, que también se constituirá durante el Año Jubilar de la Esperanza: «Esta coincidencia -subrayó la Madre General, la hermana María Rosa- es una gran oportunidad para todas nosotras. Abrámonos con audacia a compartir la riqueza de nuestro carisma hecho de cercanía, ternura, compasión por los pobres, en Europa y en el mundo, con la luz de la esperanza que nos da la fe».
Este año, la formación de todas las hermanas jóvenes de la congregación, es sobre el voto de pobreza, en su contenido teológico, espiritual, canónico y carismático, el voto de pobreza en relación con el voto de castidad, obediencia y servicio a los pobres, y sobre todo en sus consecuencias existenciales, personales y comunitarias. Se trata de un gran desafío, en todas las latitudes.
También se dedicó un día a la Declaración sobre la Comunicación del Capítulo General 2025. Las responsables de la Oficina de Comunicación de las Hermanas Misioneras de la Madre Cabrini presentaron el tema «Comunicación y Congregaciones Religiosas Femeninas».
Por la tarde, Sara, de la Oficina de Comunicación de la Curia General, presentó el tema: «Testimonios en primera persona para una comunicación eficaz».
En medio de su encuentro, las jóvenes hermanas tuvieron la alegría de poder peregrinar a la Basílica de San Pedro y atravesar así la Puerta Santa, con espíritu de conversión: «¿Quién soy yo?», «¿Adónde voy y en quién pongo mi esperanza?», «¿Cuál es la fuente profunda de mi esperanza?».
Los años de juniorado son un tiempo de gracia, un tiempo de descubrimiento y de familiarización, de escucha de la Palabra de Dios y de inmersión en la oración personal y comunitaria, típica de las Hermanas de la Caridad; son un tiempo de descubrimiento de la vida comunitaria con sus alegrías y sus limitaciones; son un tiempo de conocimiento de nuestra fundadora Juana Antida y de las figuras espirituales de referencia: Vicente de Paúl y nuestros santos; son un tiempo especial de conocimiento de sí misma y de su vocación.
A cada una de estas 47 hermanas jóvenes les deseamos que, durante este Año Jubilar, sean buena tierra para la abundante Gracia de Dios.