Hoy, 27 de septiembre, es la fiesta litúrgica de san Vicente de Paúl.
La figura de este santo, tan querido por las Hermanas de la Caridad de Santa Juana Antida, se relata en la historia a través de las pinturas que lo representan.
Se dice que retratar el rostro de san Vicente no fue fácil: él no quería. Sus misioneros introdujeron en la Casa Madre a un pintor, Simon François, disfrazado de sacerdote.
A él se debe el primer retrato. A partir de este modelo, se multiplicaron los cuadros de pintores posteriores, que interpretaron el primero con libertad.
Los retratos relatan la vida y la espiritualidad de san Vicente: evangelizador del campo, formador del clero, padre de los pobres, innovador de la vida religiosa femenina.
«Su rostro tiene un aspecto de serena gravedad, benévolo y afable. Su nariz algo achatada, sus orejas anchas y sus espesas cejas revelan su origen campesino. Pero el rostro de este campesino revela, por la mirada afable y penetrante, la belleza de un espíritu noble«.
Carta del Padre Tomas Mavrik – Superior General de la Congregación de la Misión – con motivo de la fiesta de san Vicente de Paúl
Este año 2023 es un año especial para toda la Familia vicenciana, para todo el Movimiento de la Familia vicenciana, porque celebramos el 400 aniversario de la “luz de Pentecostés” la experiencia mística de la señorita Legras que se convertirá en santa Luisa de Marillac.
La fiesta litúrgica de San Vicente de Paúl es «una magnífica ocasión para reflexionar y meditar sobre esta extraordinaria experiencia que, en los años siguientes, produjo gracias tan abundantes, cuyos efectos seguimos sintiendo con fuerza 400 años después».
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