En este momento en el que esperamos la elección del nuevo Consejo General que asistirá a la nueva Madre General Hna María Rosa, expresamos un sincero agradecimiento a la Hna Nunzia de Gori, Superiora General saliente y a las Consejeras que han trabajado a su lado en estos cinco años.

La Hna Nunzia ha sido una hermana con un corazón de madre para cada Hna de la Caridad, desde su primer mandadto. Su mirada atenta, creatividad, dinamismo y audacia, han expandido el horizonte de la Congregación. Ha vigilado los pequeños brotes, ha sostenido las grandes obras, ha relanzado nuevas misiones, ha ayudado a las jóvenes a abrirse camino y a las hermanas mayores a soñar.

En “Betania” casa de acogida y de escucha, la Hna Nunzia ha escuchado a cada una con la solicitud de Marta y con la escucha de María.
Gracias Hna Nunzia por la inspiración espiritual y bíblica que has dado a la Congregación.

Nuestra gratitud va también a las hermanas consejeras: Hna María Silvia Dattrino, Hna Mary Stephanos y Hna Christine Walczak: atentas, generosas, disponibles, cercanas en la diversidad de los países y de las misiones.

Nuestro gracias es sinodal, ampliamente compartido por todas las Hermanas de Caridad en el mundo.
Un gracias que continuará en el futuro.
Un gracias sincero que brota de nuestros corazones y se transforma en promesa, un puente entre el presente y el futuro de la Congregación.