Las junioras de la Fraternidad Betania, Roma. Un momento especial para salir en compañía de nuestras Santas.
Nuestra misión como junioras es principalmente el estudio, lo que requiere mucha responsabilidad y compromiso por nuestra parte. En la Fraternidad Betania, provenimos de 4 países diferentes: Indonesia, Pakistán, Vietnam, China y formamos una comunidad, a partir de este año, con 3 hermanas italianas. La diversidad entre nosotras es una riqueza muy preciosa: nos lleva a descubrir cada vez más la cultura y la belleza de la vida consagrada.
Como para todo el mundo, esta época de pandemia ha sido un año especial, que ha cambiado un poco nuestro estilo de vida. Durante el confinamiento, experimentamos el cierre total de escuelas, actividades e incluso las iglesias, pero todo esto no nos alejó de la vida cotidiana, sino que ¡nos volvimos más creativas que antes! Nosotras, como estudiantes, seguimos las lecciones a distancia, gracias al desarrollo de la tecnología y a los medios disponibles. A pesar del confinamiento, cada uno de las estudiantes tuvimos una gran experiencia durante el examen online y, en general, la mayor parte de los exámenes se realizaron y se superaron.
En julio, todas nosotras de la Fraternidad Betania tuvimos la oportunidad de pasar una semana en el mar, invitadas por la comunidad de Torvajanica. Durante los primeros tres días, el clima fue agradable, disfrutamos de largas caminatas por la playa, entrenamos para nadar mejor y algunas aprendimos… a mantenernos a flote. ¡Realmente es verdad! Después del encierro, realmente necesitábamos algo de mar, respirar aire fresco y tomar el sol. Nos fue bien para la salud.
Los otros tres días se dedicaron a profundizar la vida de nuestras dos santas y nuestras dos beatas y a su mensaje para nosotras hoy. Profundizamos en la vida de Giovanna Antida y Agostina con la Hna. Paola A., en la de Beata Nemesia con la Hna. Chiara M. y la de la Beata Enrichetta con la Hna. Wanda M.
Siempre es bonito volver a profundizar la historia de fe, santidad, coraje y sencillez de las santas hermanas que nos han precedido y que dejaron un testimonio muy hermoso para todas nosotras. Eran como nosotras, vivían la vida en comunidad como nosotras hoy e realizaban varios servicios. Pero dentro de mí surgió una pregunta: ¿qué tenían en más que nosotras hoy? Y entendí que la vida se fundamenta en la primera motivación, se fundamenta en el “Sí” que pronunciamos con fe y alegría ante Dios. En la sencillez de vida, cada una se compromete a ser fiel al amor de quien nos amó primero.
Es Él quien se enamora de nosotras y debemos comprometernos a responder a su Amor, cada día. Porque al Amor se le ha de responder con Amor. Realmente creo que esta es la única manera de seguir adelante y vivir feliz. Fue un encuentro intenso y efectivo, un encuentro que todas valoramos mucho, entre ocio y formación. Fue bonito porque, antes de partir hacia las comunidades para el servicio de verano, nos cargamos con una nueva motivación que nos hizo más felices de hacer lo que había que hacer. Porque dentro nuestro estábamos y todavía estamos llenas de la alegría plena para continuar en nuestra santa vocación. Damos gracias a Dios por todo lo vivido en este tiempo de verano y también agradecemos a cada una de las hermanas que nos dieron la formación por su disponibilidad y testimonio.
Hna. Mitaria H.
Fraternidad Betania, Roma